Historia
Santa Clara nació en 1194 en Asís, Italia. A los 18 años, el Domingo de Ramos, huyó de la casa de sus padres hacia la capilla de Porziuncola, donde fue recibida por San Francisco de Asís y sus discípulos. Esa noche, la vida de Santa Clara había comenzado a cambiar. Fue allí donde San Francisco se cortó su hermoso cabello rubio (tal acto fue considerado un voto de pobreza y de alguna manera un requisito para entrar a la vida religiosa) y a través de este acto, su unión con Jesucristo fue establecida.Después se fue al monasterio benedictino de Sant'Angelo di Ponzo donde recibió a su hermana menor, Catalina, que también quería seguir la vida monástica con su hermana. Y allí, se llama Santa Inés.
Invasión musulmana de Asís
El padre de los dos, enojado, envía a un tío llamado Monaldo a rescatar a su hija viva o muerta. Monaldo logra llegar a Santa Inés, que sufre agresiones y es arrastrada por su tío al pie de la montaña. En ese momento, llama a la Hermana Clara, que comienza a rezar sin piedad por su hermana y se produce un milagro: Santa Inés se hace tan pesada que es imposible arrastrarla al suelo y aún así, Monaldo no se rinde y trata de golpearla con un golpe, pero inmediatamente siente cómo se contrae su mano. Sin saber más cómo actuar, deja de tomar a Santa Inés y huye.En 1198, hubo una invasión musulmana de Asís y en medio de mucha pobreza y necesidad hubo un hecho que consagró a Santa Clara para siempre en la historia. Los musulmanes intentaron invadir el convento y Santa Clara, a pesar de que estaba postrada y enferma, se propuso ir a la puerta de entrada. Allí, entre lágrimas, pudo tomar el osterinario con el Santísimo Sacramento y decir las siguientes palabras:
"Señor, guarda a estas siervas tuyas, porque no puedo guardarlas."
Entonces hubo una voz de maravillosa suavidad que decía:
"Te defenderé para siempre."
Inmediatamente los musulmanes son tomados por un miedo enorme y huyen, dejando el convento intacto y seguro.
Patrona de la comunicación televisiva
Santa Clara murió el 11 de agosto de 1253 y un año antes, vivió un episodio que la consagraría más tarde como patrona de la comunicación y la televisión. Ya muy enferma e incapaz de moverse, Santa Clara insiste en ir a misa en la Iglesia de San Francisco de Asís. Conociendo la imposibilidad, se puso a orar y cumplió su deseo.La misa comenzó a ser "transmitida" en su habitación, en el convento, como si fuera una proyección. El hecho fue confirmado cuando Santa Clara relató detalladamente partes de la Misa y del sermón que fueron confirmadas más tarde por los presentes en la Misa.
Este hecho la consagró con este título, que fue oficializado por el Papa Pío XII en 1958.