Nuestra Señora y Guadalupe

La historia de Nuestra Señora de Guadalupe es una de las más bellas apariciones de María a la humanidad, ya que ocurrió en un período en el que el mundo estaba pasando por los cambios causados por las grandes navegaciones.

El comienzo de la historia de Nuestra Señora de Guadalupe

Comenzamos la historia de Nuestra Señora de Guadalupe con su primera aparición a San Juan Diego en 1531 en México, donde María presentó a la mujer indígena que en ese momento iba a una de sus clases de catequesis y pidió que se construyera un santuario en honor de Dios.
Luego el obispo, con su prudencia, pidió a San Juan Diego un signo de la Virgen, y tuvieron lugar tres apariciones. Pero sólo en la tercera aparición se concedería la construcción del Santuario.

Los Milagros de Nuestra Señora de Guadalupe

La tercera aparición de Nuestra Señora de Guadalupe ocurrió cuando San Juan Diego corría a ayudar a su tío que estaba gravemente enfermo y tenía pocas esperanzas, así que María se le apareció y le dijo:
"Escucha, hijo mío, no hay nada que temer, no te preocupes ni tengas miedo; no tengas miedo de esta enfermedad, ni de ninguna otra incomodidad o aflicción. ¿No estoy aquí a tu lado? Soy tu papi madre. ¿No lo he escogido para mí y lo he puesto bajo mi cuidado? ¿Qué quieres más que esto? No permitas que nada te moleste y te moleste. En cuanto a la enfermedad de tu tío, no es mortal. Te lo ruego, créeme ahora mismo, porque ya está curado. Hijo querido, estas rosas son el signo que llevarás al Obispo. Dile en mi nombre que en esas rosas verá mi voluntad y la hará. Eres mi embajador y mereces mi confianza. Cuando vengas ante él, despliega tu "tilma" (manto) y muéstrale lo que llevas, pero sólo en su presencia. Cuéntale todo lo que viste y oíste, nada omitido..."
El 12 de diciembre de 1531, el obispo se sorprendió al ver el milagro de Nuestra Señora de Guadalupe, que fue pintado prodigiosamente sobre el manto de San Juan Diego, que había vuelto llorando y pidiendo perdón a María.

Confirmación de Milagros

La confirmación del milagro ocurriría cuando San Juan Diego fuera a visitar a su tío, que aún estaba en la radio después de estar "desilusionado", y le dijera: "Yo también la vi. Vino a esta casa y me habló. También me dijo que quería construir un templo en el cerro del Tepeyac y que su imagen se llamaría"Santa María de Guadalupe", aunque no me explicó por qué.
Otro hecho sorprendente en la historia de Nuestra Señora de Guadalupe fue el del manto de San Juan Diego, que estaba confeccionado con un tejido retirado del cactus que suele durar un máximo de 20 años y que hasta el día de hoy, donde se pinta la imagen, no se ha deshecho, y en los primeros dieciséis años el tejido se expuso de forma totalmente desprotegida de la acción del tiempo, y durante años se realizaron análisis por parte de renombrados expertos de la pintura, que demostraron que nunca hubo un retoque.

Una devoción que aún se propaga

En 1754, el Papa Benedicto XIV dijo de Nuestra Señora de Guadalupe: "En ella todo es milagroso: una imagen que proviene de flores cosechadas en un campo totalmente estéril, en el que sólo pueden crecer espinas... una imagen estampada en un lienzo tan fino que a través de ella se puede ver el pueblo y la nave de la Iglesia.... Dios no actuó así con ninguna otra nación".

Madre y Patrona de América Latina

En 1875 el Papa León XIII coronó a Nuestra Señora de Guadalupe, y en 1945 el Papa Pío XII la declaró Patrona de América Latina, años después en 1979 el Papa Juan Pablo II la declaró Madre de toda América Latina.